En Sídney, la gente se asustó cuando una caravana llevaba bombas.
La policía afirma que fue un ataque "falso" perpetrado por personas malintencionadas que intentaban engañar a la policía.
El ataque asustó a la gente, aunque no fuera real.
La policía no lo calificó de "terrorismo" porque los atacantes no intentaban promover ninguna idea o creencia.
El responsable de Nueva Gales del Sur afirmó que, aun así, fue muy aterrador para los judíos.